Los alargadores eléctricos nos permiten utilizar varios aparatos eléctricos a la vez o enchufarlos cuando están lejos de una toma de corriente. Lamentablemente, son causa habitual de incendios tanto en entornos laborales como en los hogares.

Los alargadores eléctricos suelen tener entre 3 y 6 tomas normalmente, y una de las precauciones principales es sumar las potencias de cada uno de los aparatos que vayamos a calcular, para que no se supere la capacidad máxima que el alargador puede soportar, y que normalmente se encuentra impresa en la carcasa.

Otra de las medidas preventivas principales es la de desenrollar el cable en su totalidad, ya que, de lo contrario, el paso de los electrones puede provocar, por el efecto Joule, un calentamiento excesivo que podría incluso provocar un incendio. El efecto Joule es un fenómeno por el que los electrones en movimiento de una corriente eléctrica impactan contra el material a través del cual están siendo conducidos. La energía cinética que tienen los electrones se convierte entonces en energía térmica, calentando el material por el que circulan. Esta medida preventiva también suele aparecer impresa en la etiqueta impresa de los equipos enrollacables.

Así pues, te recomendamos que siempre que necesites utilizar un alargador eléctrico tengas la precaución de comprobar que los cables están totalmente desenrollados y que no se supere la potencia máxima que se puede soportar.

Desde ERGASIA SEGURETAT nos esforzamos por identificar siempre riesgos reales dentro de nuestras labores preventivas, con el objetivo de garantizar la protección de los trabajadores frente al riesgo eléctrico en los lugares de trabajo.